Poesías de la Tierra del Pan


VIBRANTE JUVENTUD


Veo en tus ojos un brillo descarado
que incita con sentir inquisitivo
a miles de preguntas quizá sin respuesta.

Es el estruendo de tus pocos años
en la avidez de devorar la vida
lo que te ofusca la razón y desespera.

Ha de pasar aún media existencia
para calmar esa espita de arrebato
que urge a abrirse para disparar mil balas
de porqués y un rosario de ecuaciones
indescifrables de sustancia y de recelo.

No das crédito a la vida en que te hallas
porque la mediocridad campa a sus anchas,
porque os roban la esperanza a manos llenas,
porque quedan pocos viejos
de quien aprender lecciones de vida honrada.

Estamos tan enfangados en corruptelas
que hicimos desaparecer los ídolos, aquellos hombres
cuyo ejemplo servía de luminaria
para continuar la estela de bonhomía
y que ahora nos serían tan necesarios.

Es cierto que sois la generación perdida,
los mejores, los más cultos y a la vez,
y no por vuestra culpa, los más decepcionados.
Fracasamos en el intento de haceros dichosos
y os regalamos mucho más de lo necesario;
os toca desempolvar esos juguetes
de cartón y trapos viejos que gozamos
y marcaron otras infancias mucho más felices.


Mª SOLEDAD MARTÍN TURIÑO