Romancero zamorano


Los propósitos de Don Sancho ante el testamento de su padre


Por final disposición
del gran Fernando Primero,
de un reino quedó heredero
cada hijo suyo varón.
Casi en regia dignidad
las hembras también quedando,
investida con el mando
cada cual con una Ciudad.
Así, aquélla monarquía
fuerte antes, recayó flaca
en Elvira y en Urraca,
en Sancho, Alfonso y García.
Afrentado a su decoro
el título de Señora
que Urraca tomó en Zamora
que Elvira se puso en Toro.
Y era insulto a la justicia
que Alfonso en León reinara,
y tendiese la aúrea vara
García sobre Galicia.
Padre harto mejor que Rey,
Fernando con loco ahínco
rasgó sin duelo entre cinco
la púrpura de una ley.
Y a fuer de hermano mayor,
santo unir quiso, por tanto,
los girones que a su manto
arrancó el paterno amor.


(Por Juan Eugenio de Hartzenbusch, año 1844)