EL RÍO DE CASTRONUEVO

Relato con origen : Castronuevo de los Arcos

Me cuentan que el río se desbordó este otoño, y su cauce fresco inundó las riberas como queriendo adentrarse en el pueblo por la puerta falsa; mi querido Valderaduey quiso ser protagonista y salir de su beatífico anonimato, así que arremetió contra el puente y sus aguas caudalosas estallaron en inesperadas olas que sobresalieron por encima de los ojos que habitualmente se dejan acariciar de manera apacible y sosegada por sus aguas calmosas.

El Valderaduey, que tiene alma callada y no suele dar motivos para ser protagonista, en esta ocasión reclamó la atención que siempre le habían negado, se sublevó y mantuvo en alerta a los habitantes del pueblo a quienes dio, además, un motivo recurrente de conversación.

Me cuentan que una vez hubieron vuelto las aguas a su cauce y con la llegada del calor previo al verano, el río ha regalado cientos de cangrejos para deleite de los pescadores que gustan explayarse entre los juncos frescos para recoger el preciado fruto.

Desde la distancia imagino al dócil Valderaduey recobrando su callada rutina, perdiéndose entre suaves elipses que acentúan su huella y juntan pueblos y caminos aunque es, sin embargo, mucho más que un río que atraviesa un pueblo; sus aguas abastecen los campos transformando el secano en regadío gracias a los canales que circulan por largos acueductos cerrados mediante compuertas que los labradores abren a voluntad nutriendo sus campos con el preciado elemento.

Del mismo modo lo recuerdo en los años de mi infancia sirviendo de solaz y refresco en las calurosas tardes agosteñas para aquellos que disfrutábamos adentrándonos en su cauce con pisadas inseguras y los pies desnudos entre el ramaje que formaba un lodazal de blandura extraña; y también recuerdo alguna culebra de agua que se enroscaba envolviendo los cuerpos rápidamente hasta perderse, con el consiguiente alboroto de todos nosotros.

Sí, los ríos en Castilla tienen más aprovechamiento que en otros lugares, y eso lo saben bien los campesinos, los ganaderos que abrevan allí sus animales o la población de Castronuevo tan apegada a sus aguas.


Mª Soledad Martín Turiño