Poesías de la Tierra del Pan


REGRESO A PINO


Mi padre volvía a su casa,
el auto iba despacio
por la vieja carretera.
Comenzaron a cruzar
los primeros recuerdos borrosos,
lugares que habían quedado
a pesar de los años,
impresos en su memoria.
Tras la Venta de El Cerezal
entró en Empalme,
luego, Pino del Oro.
Detuvieron su tarea, al paso,
unos segadores.
Se acercaron curiosos
pues lo estaban esperando,
y la pregunta surgió:
-¿Tú eres Faustino?-
No pudo contestar.
Un temblor recorrió el cuerpo
y las lágrimas respondieron
lo que su garganta no pudo.
Abrazos, fuertes, de labriegos,
se sucedieron.
Siguió hasta la casa paterna,
Allí llamó - ¡Madre!-
Se escuchó desde adentro
una voz inolvidable
con peninsular acento:
¡Pero, quién es que no entra!-
Él sólo respondió: -Yo-
Y allí ella presurosa,
arremangada la blusa,
las manos abiertas al aire
y el delantal riendo
de harina esparcida
en la tarea de la masa.
¡Qué!...Te han cambiado ,hijo..!-
-¡Madre!--
Harina. el pan que espera ...
El abrazo que detiene el tiempo:
El hijo ha vuelto.


Carmen Iris de León