Poesías de la Tierra del Pan


PADRE MíO, ¿QUÉ PENSABAS?


En el lecho de la muerte,
Padremío, ¿Qué pensabas?
Cuando trémulas mis manos
En las tuyas apretabas.
-Hija mía, estoy muy mal
Es la vida que se acaba.
Hija, alíviame el dolor,
Tal dolor que me desgarra.

Padre mío… padre mío…
Si yo no puedo hacer nada,
Mi pensamiento decía
Mientras su cara besaba
Y unas lágrimas corrían
Por mis mejillas rosadas.

Hija mía: ¡No llores,
Que me desgarras el alma!
Y unas lágrimas brotaban
De su cara triste y pálida
Padre: ¿No llores por mi
Que me desgarras el alma!

Padre, tú no te irás nunca,
Aunque la vida se acaba;
Tu vida has dejado en mí:
Soy espejo de tu alma,
¡De sangre roja y ardiente
que me hierve, que me abrasa!
Y que con orgullo llevo
Como herencia más preciada.

Padre mío: estás en mí.
¡Soy espejo de tu alma!

Josefina PELAYO (1943, Muelas del Pan)