Poesías de la Tierra del Pan


LA PARTIDA (Translime 1967)


Estación de Francia: gentío por el Paseo Colón,
Bullicio y altavoces.
Colas de tez morena; maletas que se arrastran.
Gorras de plato y casacas pimienteras;
Grises uniformes, de la misma estatura;
Negros correajes…que estructura la compostura
De un verde profundo.
Caballeros de piedra de ojos penetrantes;
Todo un mundo a dominar, Orden y miseria.
¡Es la feria de la paz!
¿Por dónde pasa este tren, por favor? ¡Da pavor, que pregunta!
-A grandes rasgos – Cerbère, Lyon, Ginebra y Goteborg-
¿Adonde quiere? – SÍ a Lyon que es por Cerbère-
Luces de la ciudad, un túnel, cables y rieles devuelven
Y expanden el tracatán, atrás van quedando los bloques
de La Meriadiana, después Reixach, Granollers…
Calor de Mayo, acomodados, enlatados en los pasillos,
Se acerca la frontera; - ya pasamos Figueras-
¡ Pasaportes! – sin favor- la autarquía dejó su huella. ¡Hace mella
Esa voz!
Silencio sepulcral: ¡Parece un delincuente cada cual!
¿Habrá problemas? ¡Tranquilo!
Ya pasaron los de verde; después los caballeros de piedra;
Después los grises de la frontera. ¡Santo Dios! Con tanto calor ¡Que
Tiritera!
Tierra gala. No hay pepitas ni papeles en los arcenes.
Hay asientos para todos en el tren. ¡Que bien, ya no suenan los rieles!
No hay tracatán, los pueblos y ciudades ya no parpadean
De amarillo, las luces blanquean como en el Esla.
El tren se engulle en la noche: Narbona Carcasona,
Aviñón, Ródano arriba, hasta Lyón.
Al salir de la gare una plaza; varios cafés, luces de neón.
Pespunta el día, masas de gentes abordan autobuses,
Parecen fiestas en torno a la cucaña. Parece atardecer
En España. ¿Será fiesta de verdad?
Un café abek lait, si le place –como lo trabajo-
Ayer no sabía gabacho y hoy con desparpajo me defiendo.
¡Ah, y creussants! ¡Esto está hecho, Si lo sabré yo!
Menos mal que la moza bien sabía
Lo que por mi aspecto yo quería.

Luis Pelayo, Muelas del Pan, España, 1944