Poesías de la Tierra del Pan


EL TORO CAMARERO DE CARBAJALES


I
La Virgen de Carbajales,
Una de las Siete Hermanas,
Que llaman la de Los Árboles,
En las tierras zamoranas.
Hay otras dos portuguesas,
El resto son alistanas,
Cada cual hace su fiesta,
Pero siempre son hermanas.
Aquí la de Carbajales
Celebra una fiesta brava,
Soltando toritos bravos
Corriendo por La Cañada.
Raro es el año que llegan
Todos corriendo a La Plaza,
Pues alguno se despista
Tomando el campo por casa.
II
Este año fue El Camarero,
Toro de muy esbelta planta,
Harto de correr sin ton
Paró a beber en la charca.
Los caballistas no paran
Pinchando todos con picas
Las pobres bestias cansadas
De tanta agresión ahítas.
Camarero se resiste,
No entiende el ir a la plaza,
Y mientras otros babean
Él se va para Las Fayas.
La placidez del Embalse
Le ofrece sus blancas aguas,
Los carrascos la penumbra;
La tranquilidad buscada.
III
Se pasa el 10 de Septiembre
Y a Camarero no avistan,
Forman cuadrillas de siempre
Por ver si lo localizan.
Mas Camarero escondido
En los bosques de Las Fayas
Se encuentra allí muy tranquilo,
No le encuentran ni le hallan.
Armados con escopetas
Y con botellas de vino,
Tajos para la merienda,
Gritando con mucho ruido.
Mas como el lobo de antaño
Camarero se ha escurrido,
Al toro no lo avistaron,
Pero bebieron el vino.
IV
Han pasado muchos días,
Del torito na, de nada
Que pasta en noches de luna;
Se oculta por las mañanas.
Pero aburrido que está
Quiere encontrar la manada
Y en noche de luna llena
Se presentó allí en las casas.
Al ruido de las pezuñas,
Muy cerquita de las cuadras,
La pálida luz de la luna
Negra sombra proyectaba.
Sale el ama de la casa
Creyendo que de sus hijos
De un caballo se trataba.
Mas al ver la cornamenta
Corre dentro de la estancia
Y avisa al edil mayor
Que del toro se trataba.
V
Todos salen a buscarlo,
Aunque alguno se rezaga
No vaya a venir de frente
Y acabe todo en desgracia.
Lo buscan, mas no lo encuentran,
Quédese para mañana
Que a la luz de las estrellas
Gatos y toros se escapan.
En la mañana temprano
Ya preparan las realas
Cual si de un vulpejo normal
El asunto se tratara.
Un perrillo ajeno al monte,
Sólo un chuchillo de nada,
Ladra junto a unos zarzales
Donde Camarero estaba.
VI
Y todos como leones
Ya lo cercan y acorralan,
Mas nadie se acerca a él
Por miedo de las sus astas.
Viene un cazador armado
Con carabina de bala
Y, ausente la autoridad,
Rompe el silencio del alba.
Allí Camarero tiembla,
Falta fiereza en sus patas
Se derrumba ya sin fuerzas
Antes de ver la manada.
Todos ufanos se vuelven
Muy contentos para casa
Comentando en la taberna
Esta malhadada hazaña.
VII
Mientras tanto Camarero
Ya no se encuentra en las zarzas,
Que alguien se lo ha raptado
Y no saben dónde para.
Unos dicen que será
Que a matarlo no alcanzaran;
Otros mal pensados dicen
Que será carne a la brasa.
Lo cierto es que Camarero
Nos dejó esta historia rara
De Septiembre Dos mil Quince
Como recuerdo del Alba.

Fiestas de Carbajales de Alba de 2015


Estulano