Poesías de la Tierra del Pan


DIFERENTE


Ni antigua, ni moderna, tampoco convencional,
era una muchacha de alma limpia y corazón pleno,
la ilusionaron las palabras sinceras
de quien la miraba mientras abría su alma
doliente con ojos color del cielo.

Ella, él y ellos en un mismo núcleo,
imposible continuar sin ser cebo de la crítica
en aquellas vieja villas teñidas de resentimiento;
así que, por el bien de todos, él huyó
y quedaron tan solo ella y ellos.

Ella coexistió por caminos varios
que resultaron vacíos, insípidos, yermos;
regresó para retomar el tiempo
y fue consciente entonces de que todo pasa
y allí tan solo mandaban ellos.

Mª Soledad Martín Turiño