Poesías de la Tierra del Pan


ADMONICIONES


Si te caes, empuja y da un salto hacia arriba,
levántate y mantente firme
hasta que tus piernas tomen el control de nuevo.

Si lloras, que sea a solas y en silencio,
o con un grito desgarrador que te libere
pero luego enjuga tus ojos y sal con la sonrisa puesta
para que nadie sepa de tu cuita.

Si crees firmemente en algo, defiéndelo
pero no topes con la pared del negativo
que pondrá obstáculos por ponerlos.

Si ríes, hazlo con tiento por si acaso
despiertas la furia de los serios
y te borran la sonrisa de un plumazo.

Si amas, guarda siempre un as en la manga
para cuando llegue el momento de la decepción,
el engaño o el hastío.

Huye de las palabras duras que lesionan
mente y corazón a partes iguales,
riega la amistad y el amor para que germine
la bella flor que anhela la esperanza
y sé tú mismo en esta jungla
que amenaza con propuestas impúdicas
a cambio de favores impagables.

Mantén el silencio, la reflexión y la calma
antes de que tu mente estalle en improperios,
sigue tu destino pasito a pasito,
asciende a la montaña y escucha tu eco
o desciende muy abajo, junto a los infiernos…
pues todo forma parte de lo que está escrito.

Hoy, que soy anciano, cansado y a punto
de abandonar este juego al que llego exhausto,
te conmino a vivir, a gozar, a llorar y a sentir
hasta que te quedes ahíto de tantas emociones,
porque nada hay comparable a esta pobre vida
que cada uno construye de acuerdo a sus cuitas.

Por todo ello, muchacho que naces a la vida plena,
exprímela y haz un jugo hasta que te empaches.

Mª Soledad Martín Turiño