¿HACIA DÓNDE NOS LLEVAN?  2016-07-28


El desgobierno en que llevamos instalados desde hace meses como consecuencia de no haber surgido una formación política que lidere este país pese a los aparentes pactos y acuerdos que se llevan a cabo entre los partidos, nos está produciendo un clima de incertidumbre que es, no solo peligroso por lo que supone este hecho en sí mismo, sino porque está calando en los españoles una sensación de abandono, de menosprecio y de que los dirigentes políticos nos están tomando el pelo con una impunidad vergonzosa. Todos los días salen en los medios de comunicación como si fueran artistas de cine, luciéndose, pavoneándose, postureando, conscientes de ser el foco de atención e inconscientes de que su verdadero papel es trabajar para conseguir un gobierno estable y sacar a España del agujero negro en que está sumida, con decisiones por tomar, leyes por revisar, presupuestos que aprobar y un sinfín de tareas de obligado cumplimiento que están desatendidas.

Siempre he votado en cada uno de los comicios: elecciones municipales, autonómicas, europeas, generales… porque creo que en conciencia debemos cumplir con nuestra obligación ciudadana de elegir a los representantes que consideremos más aptos, pero la situación actual que nos conduce cada día con más fuerza a unas terceras elecciones en siete meses me parece sencillamente aberrante. Transcurren los días y este desgobierno cada vez es más caótico y menos serio; estamos proyectando una imagen bochornosa a Europa y el resto del mundo, perdemos dinero y credibilidad por días y las siguientes generaciones nos condenarán por el miserable ejemplo que les hemos dado.

Rogaría a los políticos que revisaran la historia y asimilaran el ejemplo de los grandes hombres que dirigieron países más problemáticos que el nuestro, que se responsabilizaran de su papel para con la sociedad (sus votantes) y que salieran menos en los medios y trabajaran más en los despachos con el fin de resolver el acuciante problema de nombrar un presidente y un gobierno estable; que quienes lo dirijan sean conscientes de luchar por y para el pueblo, que la oposición sea constructiva y no se apliquen en obstaculizar derribando lo anterior solo porque fue el partido contrario quien lo aprobó, aprender de los errores y ser positivo, pero, sobre todo, luchar todos en la misma dirección. También hay que comprometer a los políticos para que defiendan nuestra historia, nuestro pasado con sus aciertos y sus dislates porque ese pasado está lleno de personas muy válidas de quienes aprender, y por último, que escuchen la voz del pueblo, que no nos defrauden y estén a la altura que todos esperamos.
Somos España, pero también formamos parte de Europa y del mundo, que observan cada movimiento de un país tan grande como el nuestro; démosles un buen ejemplo y rompamos de una vez con esta situación disparatada que no nos lleva a ninguna parte.


Autor : Mª Soledad Martín Turiño