FERIA DE ALFARERÍA Y CERÁMICA

Historia de la Feria de la Cerámica en Zamora:

La Feria nace en las Ferias y Fiestas de 1972, inspirada como un complemento de las Fiestas por el entonces Concejal de Cultura del Ayuntamiento y miembro de la Comisión de Fiestas. Llevaba yo años estudiando los alfares que quedaban en la provincia y, ante el ocaso que presentaban varios de ellos, al no presentarse la posibilidad de continuación, se inicia la Feria en el año 1972 con cuatro alfareros de Pereruela y tres de Moveros.

Año tras año e invitados personalmente por la Concejalía de Cultura y la Comisión de Fiestas, se fueron incorporando sucesivamente Jiménez de Jamuz, Toro, Venialbo, Carbellino de Sayago, La Talaverana, Úbeda y Arroyo de la Luz y, en 1992, con motivo del V Centenario del descubrimiento, doce Hispanoamericanos.

La sección de los ceramistas se incorpora de manera definitiva el quinto año de la Feria.


El barro de Moveros. Regalo de la naturaleza:

Moveros, difinida como "La Reina de los Alfares Españoles", posee una pasta cerámica de las más limpias y puras de la península. En ella no hay barnices, ni engobes, y sus formas son de las más útiles y bellas de toda la Alfarería Popular. El origen árabe de sus formas ha sido contrastado arqueológicamente cuando se han estudiado los restos de la ciudad hispano musulmana de Vastos, en la provincia de Toledo.


La Cerámica Popular en el refranero:

- "Si buen barro hay en Muelas, bueno lo hay en Pereruela".

- "Cántaro roto, no queda más remedio que comprar otro".

- "Canta el cantarero, con el pie mueve la rueda y con las manos hace el puchero".

- Cántaro boquino, malo para el agua, peor para el vino".

- "Cántaro roto, clamando está por otro".


El placer de cocinar en barro:

La alfarería en la cocina fue sustituída en el último medio siglo por modernos materiales, proporcionados por la industria, sin embargo, en ciertos platos y en algunos establecimientos, sigue siendo fundamental.

El barro confiere a los guisos características que no se consiguen con los materiales modernos. Se hace indispensable en los asados, tanto en los hornos de alfarería tipo Pereruela, célebres en toda Europa, como en las cazuelas.

Hoy la alfarería llega al hogar en precocinados, postres y productos lácteos. El menaje de cocina en la antigüedad era tan rico y variado como útil, y en cada función, menú, operación o producto estaba la forma precisa y pensada, desde baños para el mondongo y la matanza hasta los barriles para el vino o la botija para el agua, pasando por el cántaro o la tinaja para otros fines.


Zamora, tierra de Ceramistas:

En la actualidad los centros productores alfareros de Zamora son Moveros, Pereruela, Benavente y Toro, y han desaparecido en los últimos cincuenta años, Venialbo, El Perdigón, Junquera de Tera, Muelas del Pan, Villalpando Ceadea y Brandilanes. En la capital han desaparecido San Frontis, Pinilla, San Lázaro y Olivares. Ésta última es la cerámica de mayor tradición, antigüedad e importancia, bañada con barniz estannífero y decorada en verde en su primera época, y en azul cobalto al final.

Son riquísimos los restos de Cerámica en todo el territorio de la provincia, principalmente prerromanos. Los encontramos muy cerca, en el Cerro del Castro, en la margen izquierda del Duero, junto a la carretera de Carrascal. También podemos encontrar restos de la época visigoda en la margen izquierda del Esla y el cerro del Viso. De origen árabe son los de Moveros y Olivares.


El Diseño adaptado al ser humano:

El barro ha formado parte de la vida del ser humano durante milenios, y ha sido utilizado hasta la saciedad. No hace mucho que desaparecieron las tapaderas para el dolor de costado, para calentar la cama o los pies de los enfermos, o las cataplasmas adaptadas al cuerpo a base de barro caliente hasta donde se podía aguantar, pasando por las medidas, cuartilla, medio cántaro y cántaro para el vino de las bodegas. Y todo eso mientras el barro era amasado con los pies.