Villancicos tradicionales de Malva
Estos tres villancicos se cantaban antiguamente al amor de la lumbre en Malva: uno en Nochebuena, otro en Nochevieja y otro la noche de Reyes.
NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS
Con el auxilio de Dios
y la Gracia de María
voy a cantar estos versos
con contento y alegría
ángeles del Cielo
dadme vuestra voz
para que yo pueda
alabar a Dios.
Emprendieron su viaje
la Virgen y San José
según costumbre tenían
de empadronarse en Belén.
La Virgen va encinta
larga es la jornada
vamos a ayudarla
que ya irá cansada.
Entraron en la ciudad
mas fue para desconsuelo
porque no hallaron posada
estos pobres forasteros.
La Virgen le dice
no busques posada
que todas las puertas
las tienen cerradas.
Llegó San José llorando
a las puertas de un mesón
y el mesonero, inhumano
quién me llama, contestó.
Son dos caminantes
que buscan posada,
es un hombre anciano
y su esposa amada.
Furioso cuál ningún hombre
les contesta el mesonero
yo, huéspedes, en mi casa
no los quiero, sin dinero.
La Virgen le dice
no busques mesón
que tengo en mi peco
una habitación.
Salieron de la ciudad
y a los campos se marcharon
y en un albergue de bestias
allí los dos se hospedaron.
Con mucha alegría
barren el portal
San José y María
para descansar.
A las doce menos cuarto
salió José a buscar leña
para calentar la Virgen
porque de frío se hiela.
Cuando José vino
a encender la luz
se encuentra nacido
el Niño Jesús.
San José llora de gozo
y de esta suerte decía
cuando he merecido yo
ser esposo de María.
La Virgen le dice
no llores José
que así lo ha dispuesto
el Dios de Israel.
Cuando la estrella de Oriente
entraba por el portal
los pastores se asustaron
al ver tanta claridad.
Benditas las luces
que bajan del cielo
que son del cristiano
alivio y consuelo.
Los ángeles por los aires
bajan cantando la gloria
hacia el portal de Belén
porque ya llegó la hora.
Ya llegó la hora
ha llegado el día
que cumplamos todos
nuestras profecías.
Que viva el verbo encarnado
y viva la Virgen pura
y el patriarca José
la estrella que les alumbra.
Tocan el pandero
Gaspar y Melchor
porque Baltasar
tocaba el tambor.
Cuando nació Jesucristo
hubo una lluvia de estrellas
como si el cielo arrojara
flores sobre su cabeza.
Y cada lucero
bajaban cantando
de sus vivos ojos
las luces copiando.
Almireces y zambombas
sordas se van a quedar
unas porque roncan mucho
y otras porque chillas más.
Zumben las zambombas
y los almireces
y vengan las cenas
con dulces y nueces.
Que eche una canción la bota
y otra canción la botella
y vivan las dos canciones,
esta noche es Nochebuena.
Se abrazan los padres
también los hermanos
y los enemigos
se tienden las manos.
AÑO NUEVO
Buena salida de Pascua
y entradita de Año Nuevo
les dé Dios a sus mercedes,
con mucha paz y sosiego
y después les dé la gloria
juntamente con el cielo.
De Oriente salen tres Reyes
todos tres en compañía
a adorar al Niño Dios
que en Belén nacido había.
Los pastores que encontraron
todos juntos les seguían
y hallando al rey Herodes
príncipe de tiranía.
No preguntan por posada
ni menos por compañía
preguntan por el portal
que Cristo nacido había
y ellos le respondieron
que ellos no le conocían.
Herodes quedó turbado
al ver tanta maravilla.
Los monarcas vigilantes
de Herodes se despedían
y cuando a Belén llegaron
los gallos cantar querían
y detrás de un portalito
se halló Jesús y María.
Luego que les encontraron
de rodillas se ponían.
Unos le ofrecen el oro
otros el incienso y mirra
y el Señor les concedió
las promesas que le hacían.
Ventana sobre ventana
y en la más alta, una cruz
adorar al caballero
que en ella murió Jesús.
Echemos la redencilla
por encima San Bernardo
que salga el señor alcalde
a darnos el aguinaldo
pues muy bien lo merecemos
estos mozos que venimos.
Por vuestra dicha y fortuna
los aguinaldos pedimos.
Aguinaldo tiene un diente
y la muerte tiene dos
si me da usted el aguinaldo
buena muerte le dé Dios.
CANCIÓN DE REYES
Nació Dios en un portal
de todos desamparado
por revelación del cielo
lo supon los Reyes Magos
De venirle a ver
luego dispusieron
que por una estrella
al niño Dios vieron.
Se despiden de su patria
y empiezan a caminar
por ver si logran la dicha
del Rey que van a buscar.
Por valles y sierras
sin temer al hielo
caminan los Reyes
con un vivo anhelo.
Sin saber unos de otros
en el camino se encuentran
y dicen que van guiados
por una luciente estrella.
¡Que viva, que viva,
que reine, que reine
el Verbo Encarnado
y el Rey de los Reyes!
Luego que entraron los Reyes
en tierra de promisión
la estrella que les guiaba
al punto se les perdió.
Con mucho dolor
a Dios le pedían
que les perdonaran
si culpas tenían.
Se llegaron al palacio
y Herodes con mucho anhelo
les pregunta si sabían
del Mesías verdadero.
Entre confusiones
responden aturdidos
que las profecías
todas se han cumplido.
Les decía el rey Herodes
desearía saber
si el Niño Dios ha nacido
para irle también a ver.
Herodes les dio una guía
para poder caminar
por ver si logran la dicha
del Rey que van a buscar.
La estrella luciente
al punto la vieron
y la guía a Herodes
se la devolvieron.
Con mucha soberbia Herodes
dijo yo no he de quedar
niño que no me las pague
que a todos he de matar.
Estos reyecitos
por su bienvenida
les he de quitar
a todos la vida.
Luego se quedaron solos
más tristes que el verde lirio
y la estrella les decía
no temáis ningún peligro.
Que el Rey que buscáis
le tendréis que ver
antes de que venga
el amanecer.
Luego vieron un portal
y a uno solo han enviado
y al ver la iluminación
atónitos se quedaron.
María oyó un ruido
lo guardó al instante
porque no le roben
a su tierno infante.
María tenéis un niño
le llegan a preguntar
María dice que sí
que no lo puede negar.
Los Reyes preguntan
que de cuanto tiempo.
Hace trece días
fue su nacimiento.
Se postraron de rodillas
y empiezan la adoración
ofrecen oro, incienso y mirra
que son tres prendas de amor.
Y porque la mirra
ofrece la espina
el oro e incienso
por ser inmenso.
Hoy es víspera de reyes
y principio de buen año
entre damas y doncellas
al Rey piden aguinaldo.
Pues y lo vengo a pedir
a vos labrador honrado
que me lo des de tus bienes
porque Dios te los ha dado.
Aquel que Dios se los da
y los sabe repartir
y aquel que bien lo reparte
es dichoso en el morir.
De noche los santos Reyes
desde el oriente vinieron
guiados por una estrella
en busca del Rey inmenso.
El Rey nacido en Belén
donde le dieron obsequio
y también le presentaron
el oro, mirra e incienso.
Estando en estas palabras
la Virgen con sus amigos
y el glorioso San José
le presentaron al Niño.
Envuelto en pobres pañales
y en un pesebre metido
con el aliento del buey
a su cuerpo daba abrigo.
Si queréis dar una buena
de manjares exquisitos
un pan lleno de sustancia
hecho de un virginal trigo.
Y a la vez se estima mucho
la prenda del corderillo
y por esta dicha nueva
los aguinaldos pedimos.
Pues muy bien lo merecemos
estos mozos que venimos
y por esta dicha nueva
los aguinaldo pedimos.
Los pastores que habitaban
en los campos de Belén
vieron a la media noche
la luna resplandecer.
Echemos la redencilla
por encima San Bernardo
que salga el señor alcalde
a darnos el aguinaldo.
Aguinaldo tiene un diente
y la muerte tiene dos
si me da usted el aguinaldo
buena muerte le dé Dios.
Heliodora Regueras Morillo
NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS
Con el auxilio de Dios
y la Gracia de María
voy a cantar estos versos
con contento y alegría
ángeles del Cielo
dadme vuestra voz
para que yo pueda
alabar a Dios.
Emprendieron su viaje
la Virgen y San José
según costumbre tenían
de empadronarse en Belén.
La Virgen va encinta
larga es la jornada
vamos a ayudarla
que ya irá cansada.
Entraron en la ciudad
mas fue para desconsuelo
porque no hallaron posada
estos pobres forasteros.
La Virgen le dice
no busques posada
que todas las puertas
las tienen cerradas.
Llegó San José llorando
a las puertas de un mesón
y el mesonero, inhumano
quién me llama, contestó.
Son dos caminantes
que buscan posada,
es un hombre anciano
y su esposa amada.
Furioso cuál ningún hombre
les contesta el mesonero
yo, huéspedes, en mi casa
no los quiero, sin dinero.
La Virgen le dice
no busques mesón
que tengo en mi peco
una habitación.
Salieron de la ciudad
y a los campos se marcharon
y en un albergue de bestias
allí los dos se hospedaron.
Con mucha alegría
barren el portal
San José y María
para descansar.
A las doce menos cuarto
salió José a buscar leña
para calentar la Virgen
porque de frío se hiela.
Cuando José vino
a encender la luz
se encuentra nacido
el Niño Jesús.
San José llora de gozo
y de esta suerte decía
cuando he merecido yo
ser esposo de María.
La Virgen le dice
no llores José
que así lo ha dispuesto
el Dios de Israel.
Cuando la estrella de Oriente
entraba por el portal
los pastores se asustaron
al ver tanta claridad.
Benditas las luces
que bajan del cielo
que son del cristiano
alivio y consuelo.
Los ángeles por los aires
bajan cantando la gloria
hacia el portal de Belén
porque ya llegó la hora.
Ya llegó la hora
ha llegado el día
que cumplamos todos
nuestras profecías.
Que viva el verbo encarnado
y viva la Virgen pura
y el patriarca José
la estrella que les alumbra.
Tocan el pandero
Gaspar y Melchor
porque Baltasar
tocaba el tambor.
Cuando nació Jesucristo
hubo una lluvia de estrellas
como si el cielo arrojara
flores sobre su cabeza.
Y cada lucero
bajaban cantando
de sus vivos ojos
las luces copiando.
Almireces y zambombas
sordas se van a quedar
unas porque roncan mucho
y otras porque chillas más.
Zumben las zambombas
y los almireces
y vengan las cenas
con dulces y nueces.
Que eche una canción la bota
y otra canción la botella
y vivan las dos canciones,
esta noche es Nochebuena.
Se abrazan los padres
también los hermanos
y los enemigos
se tienden las manos.
AÑO NUEVO
Buena salida de Pascua
y entradita de Año Nuevo
les dé Dios a sus mercedes,
con mucha paz y sosiego
y después les dé la gloria
juntamente con el cielo.
De Oriente salen tres Reyes
todos tres en compañía
a adorar al Niño Dios
que en Belén nacido había.
Los pastores que encontraron
todos juntos les seguían
y hallando al rey Herodes
príncipe de tiranía.
No preguntan por posada
ni menos por compañía
preguntan por el portal
que Cristo nacido había
y ellos le respondieron
que ellos no le conocían.
Herodes quedó turbado
al ver tanta maravilla.
Los monarcas vigilantes
de Herodes se despedían
y cuando a Belén llegaron
los gallos cantar querían
y detrás de un portalito
se halló Jesús y María.
Luego que les encontraron
de rodillas se ponían.
Unos le ofrecen el oro
otros el incienso y mirra
y el Señor les concedió
las promesas que le hacían.
Ventana sobre ventana
y en la más alta, una cruz
adorar al caballero
que en ella murió Jesús.
Echemos la redencilla
por encima San Bernardo
que salga el señor alcalde
a darnos el aguinaldo
pues muy bien lo merecemos
estos mozos que venimos.
Por vuestra dicha y fortuna
los aguinaldos pedimos.
Aguinaldo tiene un diente
y la muerte tiene dos
si me da usted el aguinaldo
buena muerte le dé Dios.
CANCIÓN DE REYES
Nació Dios en un portal
de todos desamparado
por revelación del cielo
lo supon los Reyes Magos
De venirle a ver
luego dispusieron
que por una estrella
al niño Dios vieron.
Se despiden de su patria
y empiezan a caminar
por ver si logran la dicha
del Rey que van a buscar.
Por valles y sierras
sin temer al hielo
caminan los Reyes
con un vivo anhelo.
Sin saber unos de otros
en el camino se encuentran
y dicen que van guiados
por una luciente estrella.
¡Que viva, que viva,
que reine, que reine
el Verbo Encarnado
y el Rey de los Reyes!
Luego que entraron los Reyes
en tierra de promisión
la estrella que les guiaba
al punto se les perdió.
Con mucho dolor
a Dios le pedían
que les perdonaran
si culpas tenían.
Se llegaron al palacio
y Herodes con mucho anhelo
les pregunta si sabían
del Mesías verdadero.
Entre confusiones
responden aturdidos
que las profecías
todas se han cumplido.
Les decía el rey Herodes
desearía saber
si el Niño Dios ha nacido
para irle también a ver.
Herodes les dio una guía
para poder caminar
por ver si logran la dicha
del Rey que van a buscar.
La estrella luciente
al punto la vieron
y la guía a Herodes
se la devolvieron.
Con mucha soberbia Herodes
dijo yo no he de quedar
niño que no me las pague
que a todos he de matar.
Estos reyecitos
por su bienvenida
les he de quitar
a todos la vida.
Luego se quedaron solos
más tristes que el verde lirio
y la estrella les decía
no temáis ningún peligro.
Que el Rey que buscáis
le tendréis que ver
antes de que venga
el amanecer.
Luego vieron un portal
y a uno solo han enviado
y al ver la iluminación
atónitos se quedaron.
María oyó un ruido
lo guardó al instante
porque no le roben
a su tierno infante.
María tenéis un niño
le llegan a preguntar
María dice que sí
que no lo puede negar.
Los Reyes preguntan
que de cuanto tiempo.
Hace trece días
fue su nacimiento.
Se postraron de rodillas
y empiezan la adoración
ofrecen oro, incienso y mirra
que son tres prendas de amor.
Y porque la mirra
ofrece la espina
el oro e incienso
por ser inmenso.
Hoy es víspera de reyes
y principio de buen año
entre damas y doncellas
al Rey piden aguinaldo.
Pues y lo vengo a pedir
a vos labrador honrado
que me lo des de tus bienes
porque Dios te los ha dado.
Aquel que Dios se los da
y los sabe repartir
y aquel que bien lo reparte
es dichoso en el morir.
De noche los santos Reyes
desde el oriente vinieron
guiados por una estrella
en busca del Rey inmenso.
El Rey nacido en Belén
donde le dieron obsequio
y también le presentaron
el oro, mirra e incienso.
Estando en estas palabras
la Virgen con sus amigos
y el glorioso San José
le presentaron al Niño.
Envuelto en pobres pañales
y en un pesebre metido
con el aliento del buey
a su cuerpo daba abrigo.
Si queréis dar una buena
de manjares exquisitos
un pan lleno de sustancia
hecho de un virginal trigo.
Y a la vez se estima mucho
la prenda del corderillo
y por esta dicha nueva
los aguinaldos pedimos.
Pues muy bien lo merecemos
estos mozos que venimos
y por esta dicha nueva
los aguinaldo pedimos.
Los pastores que habitaban
en los campos de Belén
vieron a la media noche
la luna resplandecer.
Echemos la redencilla
por encima San Bernardo
que salga el señor alcalde
a darnos el aguinaldo.
Aguinaldo tiene un diente
y la muerte tiene dos
si me da usted el aguinaldo
buena muerte le dé Dios.
Heliodora Regueras Morillo
Refrán:
Al que veas en alpargatas por Navidad, no le preguntes cómo le va.