Como ya he señalado en alguna ocasión, me duele ver campañas publicitarias de distintas provincias de España que explotan sus fortalezas, ya sean fiestas, monumentos, aniversarios o centenarios de personajes vinculados a ellas etc. Para mi eterna sorpresa nunca aparece Zamora en estos magnos carteles que ornan estaciones, apeaderos y zonas visibles de otras ciudades haciendo una campaña publicitaria realmente extraordinaria.
Y me pregunto: ¿Tanto le costaría al Departamento de Turismo hacer lo mismo potenciando nuestro espectacular románico, jornadas gastronómicas que den a conocer quesos y vinos, o simplemente difundir el eslogan que está presente en el ayuntamiento: “Zamora, bella, cercana y con muchas cosas que contar”?

Soy consciente de la labor que hacen dichos carteles porque son vistos a diario por oleadas de gentes que descubren mientras esperan un autobús o suben unas escaleras mecánicas festejos o ciudades cercanas que no conocen. Zamora es un ejemplo; por su cercanía a Madrid –ciudad cosmopolita y con una nutrida población- no resultaría difícil hacer campañas para visitarla (ciudad y provincia) en escapadas organizadas para que no siga siendo la eterna desconocida.

Ni siquiera la Semana Santa, orgullo de Zamora por su imaginería, el respeto de los cofrades o la austeridad de sus gentes es apenas noticia, sobrepasada por la jaranera Sevilla o la ínclita Valladolid. Hay que potenciar esta gran fortaleza para que salga en noticiarios y anuncios, hay que reclamar nuestro rico patrimonio y darlo a conocer, hay que trabajar por la ciudad y los pueblos para que luego no podamos quejarnos de que el turismo es inexistente, o la gente busca otros lugares para vacacionar. Está en nuestras manos. Pongámonos a ello, es hora de trabajar más y mejor.