IGLESIA DEL SANTO SEPULCRO
S.XV-XVII. De su primitiva fábrica, románico-mudéjar, conserva la torre, aunque desmochada, las fachadas occidental y septentrional, la cabecera con tres ábsides y bóvedas y uno de los arcos formeros, todo aparejado en ladrillo y hormigón de cal y canto rodado. Lo demás fue renovado en los siglos XVI y XVII. Al carpintero toresano Lorenzo Gago se debe la austera armadura de par y nudillo de la nave central y el hermoso alfarje de casetones del coro, que ejecutó su colega Pedro Navarro en la década de 1570. Se mantiene también el ámbito del claustro conventual anexo, privado de arcadas, reedificado con su puerta de acceso en 1506.
Una larga serie de desgracias han reducido su rico patrimonio de arte mueble. En el casquete del ábside central se ha descubierto un mural con un Pantocrátor de tipología románica.
En la Edad Media fue sede del vicario general de la Orden de Caballeros del Santo Sepulcro en los reinos de Castilla, León, Navarra, Galicia y Portugal; después fue incorporada a la Orden Hospitalaria.
Patronato de Turismo
Una larga serie de desgracias han reducido su rico patrimonio de arte mueble. En el casquete del ábside central se ha descubierto un mural con un Pantocrátor de tipología románica.
En la Edad Media fue sede del vicario general de la Orden de Caballeros del Santo Sepulcro en los reinos de Castilla, León, Navarra, Galicia y Portugal; después fue incorporada a la Orden Hospitalaria.
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