este edificio civil de clara factura medieval recibe su nombre de la atribución de su habitación a Rodrigo Díaz de Vivar, caballero castellano más conocido como El Cid Campeador. Sin embargo, esta figura estrechamente relacionada con la historia de Zamora no es la única vinculada al edificio, ya que también se sitúa en el mismo al noble y gobernador zamorano Arias Gonzalo. Según la tradición, ambos caballeros recibieron del rey Fernando I la responsabilidad de educar a los infantes.

Pero la historia de Zamora y del Cid - término derivado del árabe "sidi", "señor" - no acaba aquí. El principal protagonista de la épica castellana fue armado caballero, según la tradición, en la iglesia de Santiago el Viejo, una de las joyas románicas de la ciudad. Por otro lado, es bien conocida la leyenda que atribuye amores entre el personaje y la infanta doña Urraca, señora de la ciudad. Más importante aún es todo lo relacionado con la muerte de Sancho II durante el cerco de Zamora, donde el Cid está presente y cuya fabulación a dado alguna de las mejores páginas del Romancero Viejo. Incluso se ha querido situar en Zamora la boda del héroe con doña Jimena, aunque este extremo sea imposible de documentar.

La denominada Casa del Cid se encuentra en el lienzo meridional de la Puerta de Olivares o del Obispo, llamada en época del Cid Puerta Óptima. El edificio presenta una fachada sobre la muralla con dos ventanales con forma de arco de herradura. Esta parece la parte más antigua del edificio. En cuanto a la fachada que mira a la Catedral, presenta una puerta con arquivoltas decoradas, posiblemente de mediados del siglo XII.

La fábrica general es de sillería, sin que se pueda destacar ningún elemento decorativo fuera de los anteriores.