Poesías de la Tierra del Pan


TIERRA DE CAMPOS, PAN Y VINO


El mar de espigas bailaba al son del viento,
mientras el campo se volvía de oro mirando al sol,
sangre diseminada entre el fecundo cereal
en forma de aterciopeladas amapolas
en Tierra de Campos, Pan y Vino.

Allá, al fondo, en lo que llaman el monte,
recias encinas clavadas en la tierra
pierden su fruto porque nadie las quiere,
son fantasmas gigantes clamando al cielo,
ubres sin leche, cigüeñas sin alas.

Frente al monte las ruinas de un palomar,
refugio de aves, que sin pudor exhibe
las entrañas de cobijos vacíos y nidales
que morirán en la próxima lluvia torrencial.

Allá, al fondo, se vislumbran los cipreses
erguidos, apuntando al cielo, altivos,
el camposanto espera moradores
pero no tiene prisa, ya vendrán ¡eso seguro!

Camino entre recuerdos, carretera adelante,
como una sombra que acecha los sentidos,
voy y vuelvo recreándome en el tiempo
porque el paisaje, los aromas y el silencio
van conmigo allá donde me encuentre.

Mª Soledad Martín Turiño