TENER
Tengo una carta en la manga
por si falla la vida y sus caprichos,
por si acaso se nubla la esperanza
o el viento abate la alegría inconfesable.
Tengo una quimera oculta
que me seduce como a un veinteañero,
me hace sonreír bobaliconamente
y todos notan mi felicidad inconfesada.
Tengo un pueblo que acunó mi infancia,
un puñado de gente que me quiere,
siempre algo que hacer que evite el ocio
vacuo que mata las horas,
y un grupito de gente a los que quiero.
Amo el amor y la esperanza
como premisas básicas para ser felices,
por fin me he reencontrado conmigo,
el ayer cohabita con hoy sin fisuras;
del futuro no me ocupo porque llega solo,
doy gracias cada día que mis ojos se abren
a una nueva jornada de propina.
Añoro a los que se fueron
que solo están cerca en el recuerdo,
y nos esperan poseídos
de un haz de gracia que disfrutaremos
una vez abracen nuestro encuentro.
Soy feliz con poco, nada anhelo
si no es la paz continua de la mente,
ajena ya a vaivenes y escarceos
que hoy se diluyen en el remanso amado.
Tengo ocio, ilusión y hasta esperanza,
no hay nada que pretenda en este mundo
a menos que un día no despierte
y hasta ese instante no será fortuito
pues me he ocupado de mis cosas
y con adelanto dejo a buen recaudo mis asuntos.
Mª Soledad Martín Turiño