TEMPUS FUGIT
No bajes la guardia, sé consciente,
ayuda a los otros, ten cautela,
ojos en la nuca y la mirada presta
por si alguien se desmanda.
Camina erguido, asegura el paso,
para que te sientan inequívoco,
desahoga en llanto el malestar creciente,
luego sécate las lágrimas y continúa
firme como una roca, más sereno
y tan capaz como antes del sollozo.
Vive despacio, disfruta impávido
de las pequeñas cosas
que dan sentido a la vida,
cosecha amigos, sé consciente
de la fortuna por haber nacido
en un mundo imperfecto
que puede cambiarse.
Alimenta tu fe, no te sientas perdido,
juega con la vida, ríete del mundo,
y cuando llegue el tiempo
de los anhelos rotos, confía en alguien
que sea tu amigo, que te dé consejos
e incluso en silencio continúe a tu lado.
Nada más amable que el aliento amigo,
más prometedor que perseguir un sueño,
y menos emotivo que la blanda resignación
que nos va matando poco a poco.
No bajes la guardia, la vida es un juego,
acata sus normas, forma parte del recorrido
que desconoce los límites y señala las formas,
no estés nunca solo a menos que quieras,
porque llegará un día, cuando menos esperes
en que vendrán las sombras, nevará en tu mente
y sin remediarlo, la soledad será tu única compañera.
Mª Soledad Martín Turiño