Poesías de la Tierra del Pan
RETRATO DE UN PUEBLO CASTELLANO
Los pueblos se repiten,
los hombres son los mismos:
el cura, la maestra, el alcalde de partido,
los viejos sentados ante el mus,
siempre algún desarrapado chiquillo,
el listo, el estudiante, la ingenua, el idiota
deambulando sin rumbo,
desconocedor de horas…
y luego están las viejas, con velos negros,
mantos negros, luto negro,
siempre tristes, sin ilusión, melancólicas.
No falta algún poeta que vino para un día
y se quedó, esperpéntico retrato
frustrado de escritor, manco de ideas
en aldea o pueblo, inmisericorde, desconsolado.
Allí llueve sin tino,
a veces luce un sol ciego
que arrastra a cobijarse sin veto y con desvelo.
El campo verde se vuelve ocre,
la llanura es abrupta,
el terraplén sembrado de terrones
contempla al cielo con ojos desmesurados;
agobia el calor y no hay un árbol
protector del sendero que agoniza.
Los pueblos se repiten
con sus siestas de verano ya marchitas,
sin aquella lozanía que poseyeron,
verbeneras horas llenas de inquietudes
que acabaron también adormecidas.
¡Mis pueblos, entrañables, semejantes,
los tristes pueblos de mi fiel Castilla!
Mª Soledad Martín Turiño (Castronuevo de los Arcos)