Poesías de la Tierra del Pan
PRIMAVERA
Hermosa primavera que nace a la vida
con brotes inflamados de nácar y de armiño,
los árboles se visten con galas de fiesta
perfumando de aroma sus verdes aderezos
mientras cobijan entre su follaje
la tibia morada de pájaros nuevos.
El amor también florece y aflora el sentimiento
entre jóvenes que despiertan al mundo los sentidos
en una magna fiesta de darse y recibirse;
es un tiempo de cambio, se muda la esperanza
que habitó dormida las nieves del invierno
y ahora bosteza los sueños incumplidos
para darles con calma otra oportunidad.
Es la primavera que destierra la sombra,
se atenaza el dolor y gozan los sentidos
en singular alharaca de jolgorio y jarana,
los labios sonríen, la luz inflama el aire,
los matices se tornan en radiante colorido
que atavía las calles y engalana el ambiente.
Los niños se divierten jugando en la calle,
los mayores deambulan, los parques se llenan
de tímidas flores que dudan si abrirse
y exhalar su aroma. Nace la vida
y renace la esperanza que hibernó dormida
para goce de todos y alivio del cielo.
Lejos queda la bruma invadiendo las almas
con harapos de felicidad siquiera vislumbrada,
murieron las sombras, se perdió en el tiempo
la angustia, lo oscuro, lo lóbrego y triste
para brotar como semillas nuevas
un tiempo naciente pletórico de dones
que engalanan las almas y levantan el ánimo
hasta el próximo estío, cercano en el tiempo
que regalará ardor, vehemencia e ímpetus nuevos.
Mª Soledad Martín Turiño (Castronuevo de los Arcos)