Poesías de la Tierra del Pan
OJEO EN CARBAJALES DE ALBA
No lejos de Villaflor,
entre fayas y jarales,
se encuentra la hermosa villa
que llaman de Carbajales.
Porque el lobo campeaba
al acecho del ovil
el pueblo carbajalino
decidió ya en darle fin.
Se organizó un buen ojeo,
allá por Peña Corona,
armados de tamboriles
con rehalas y zampoñas.
Varios pellejos de vino
los cazadores llevaban
con que entretener el tedio
mientras Don Lupo llegaba.
El lobo, de mareado,
entre tanto ruido y perros,
se marchó para Las Falla
abandonando los cerros.
Como el lobo no llegaba
entre pinta y pinta vino
en agotarse los odres
que estaban llenos de vino.
De entonces en Villaflor
dicen a carbajalinos:
el lobo no lo matásteis,
pero bebísteis el vino.
Manuel Ferrero Lorenzo