NO ES EL MOMENTO

No es el momento
de guardar los trillos, de tentar la espera
o desconsolarse porque la quimera
de buena cosecha se ha quedado en nada.
Vendrán otros tiempos, volverá la siega,
acunará el viento los trigos en alza,
verdearán los campos y entre las tareas
sin tregua del agro, brotará la esperanza
que hoy se te niega.

No es el momento
de rendirse ni palidecer de miedo;
eres castellano, castellano viejo
y sé que no entiendes de vanas quimeras,
se te arruga el alma cuando se te quita
el pan de la boca a hijos que esperan
verte de regreso tras tantas fatigas.
No te quiebres ahora, abuelo del alma,
si no hay pan, habrá coles y si no… los huevos
de las ponedoras harán que no falte
un plato en la mesa entre sobra y sobra.

No es el momento
de olvidar la senda por donde transcurren
las aguas hoy mansas del río turbulento
que a veces se ablanda y otras se enfada;
sin embargo ahí sigue, dominando el pueblo,
con la gallardía de un don Juan sin Miedo
mirando de frente, avanzando sin tregua
por un cauce rudo que desgrana el agua.

Tu historia es la historia de un pueblo tan recio
que no demandó nada y se abstuvo de asueto
con jaculatorias de homilías rancias,
el trabajo presto y el miedo en el alma.

Mª Soledad Martín Turiño