Poesías de la Tierra del Pan
NAVIDAD
… alma mía, levanta, que ha llegado El Señor; ¿…no te has fijado aún en cómo vibra el aire
y cómo a cada instante adquiere el color del oro ?
sal, pues, deprisa, amada, y adéntrate en el bosque, notarás con qué alegría corren y gorjean
animalillos y pájaros; y más adentro, si acaso observas, te sorprenderá cómo los árboles tiemblan
bajo un sutil siseo de gratitud y canto; alma mía, es Navidad y Cristo ha inundado la Tierra
con su propia vida para, un año más, ser arrebatada de los dientes del hambre, del frío y de la muerte;
… y tú, duro corazón, si por un segundo pudieses contener el rumor de la sangre,
tal vez escucharas a las huestes entonar por el aire hosannas excelsas y gloriosas;
… es, es Navidad, razón querida, nuestra fiesta anual por tan vital impulso,
aquella causa que tanto demandaste para proclamar tu rendición, sí, pero para ser también tierna y amante;
hoy, ya ves, no disponemos sino de esperanza cierta, y bien sabes que ningún obsequio estará bendito
sin el aliento virgen de la Luz de El Cristo, de la Luz del Mundo;
… fuerzas mías de hombre, salid a recibir la Vida, detened el viento.
Orión de Panthoseas