MESA COMUNAL EN CEREZAL DE ALISTE

Yo conozco una aldea zamorana
Que, antaño, hasta sus montes los hería
Y en su arroyo los huertos se crecían
Al frescor de las brisas alistanas.

Vi a Cerezal de Aliste ,una mañana,
Seguir al alba en busca de otras tierras
Ignotas, otras lenguas, otras sierras,
Y otra esfera de vida más humana.

Mas la distancia abre cuanto encierra
Y el recuerdo se torna intransigente,
Es presto retornar, volver al cuento.

Volver y ver las jaras de la sierra,
Encontrarse de nuevo con su gente,
Comer y beber juntos, hablar lento.



Luis Pelayo Fernández