Poesías de la Tierra del Pan
FICCIÓN Y ÉPICA POÉTICA
… de inefables edades y dimensiones veníamos, de la instrucción y siembra de amor,
de instituir oro puro y vivo,
de allí veníamos;
el guardián de distancias, el curador de heridas y el constructor de sonidos, nos precedían;
cruzar galaxias, planetas y quásares, o bien materia oscura,
consiste en horadar y entibar espíritu, prender sus rocas íntimas y comunicar con luz el mundo;
éramos, pues, una legión de fuego, y nuestros tambores, junto al agua que vive,
resonaban y fulgían por nuestro corazón ardiendo;
… al llegar a Vecilla de la Polvorosa, a su magna Plaza Universal,
- aún, y a esa hora -
el ojo de la tarde era una cuántica y bellísima flor de almendro, brillando entre la nieve;
nos despedimos, y, tras verlos partir, en mi casa de piedra, paja y barro, sobre el laúd del alma, sollocé:
tardaríamos muchos, muchos eones en volver a vernos y a instruir de nuevo con semillas de oro,
y ello, justo, cuando aquí, Piscis, pasaba y pasa ofreciendo solamente dolor, dolor y sufrimiento;
… mientras, los Heraldos de Acuario me han abierto sus puertas:
estamos diseñando la emoción de la rosa.
Orion de Panthoseas