EL TIEMPO SE VA
Un minuto, una hora, una semana,
un mes que pasa, luego un año
que se va al desgaire, sin sentirlo,
y otro, y otro y otro…
Pasa el tiempo sin apenas darnos cuenta
de que la existencia que un día nos regalaron
llevaba en la etiqueta una fecha de caducidad.
El envoltorio ya está ajado, no sirve,
queda tan solo la esencia que hayamos alimentado
con instrucción, deberes, formalismos, mitos
o tal vez con nada y seamos más auténticos;
en resumen eso es la vida.
Hay quienes la adornan con entelequias absurdas
para hacerla más llevadera; otros la viven
como si fueran a morir mañana, sorbiendo
cada instante en tragos largos de felicidad o dolor.
Hay incluso quienes se lamentan
del futuro extenso, y se desesperan
con circunloquios absurdos que nadie comprende.
Tantas son las vidas como arena en la playa,
como estrellas en el cielo o agua en los mares,
cada una irreemplazable y única,
exclusiva con sus luces y sombras,
el regalo más preciado del que pocos anhelan desasirse.
Mª Soledad Martín Turiño