EL ALDEANO
En Andavías tié casa, Antonio el Peletero,
casao con Irene Fernandez, una mujer que es un cielo.
La bicha que tú alimentas, tié mu largo el pelo,
la dicha que a ti te alimenta, que te dure mucho espero.
Eres gracioso, valiente y salao
con alegría en los ojos y de carácter templao.
Yo se que tú te irás a Andavías a vivir,
¡ay! que envidia me da, que no te puedo seguir.
Alcarreño naciste, alcalaino viviste, zamorano morirás,
que como tu amas esta tierra, tú, yo... ¡y pocos más!
Anónimo