CUANDO REGRESE
Cuando regrese será para quedarme,
espera mi hogar, la ansiada vida
que tanto anhelé durante tanto tiempo,
en aquella faceta de mi existencia
que habitaba sin más, sin tener vida.
Será una casa sencilla, austera,
limpia de banalidad, exenta de ornato
innecesario a los sentidos;
elevaré un altar para el espíritu
con los iconos de infancia tan queridos,
plantaré árboles circundando mi casa
que crezcan resguardando mis dominios,
y todo mi mundo girará allí dentro
de esas cuatro paredes tan superfluas
que constituirán todo mi universo.
Tendré tiempo, subiré a la villa,
caminaré despacio río arriba,
calle abajo, llegaré al cementerio
para homenajear a mis ancestros
dormidos en el silencio más mullido;
habrá tiempo para pensar quedamente
sobre quienes allí duermen
y el sentido de esta vida que lleva a esa muerte,
y cuando mis fuerzas se quiebren,
entonces me sentaré en lo alto de la villa
como cuando era niña, en silencio,
oteando las calle vacías que discurren abajo,
limpiando mi conciencia, sin pensar en nada,
con la brisa silbando en mis oídos
y bañándome el rostro quedamente..
Luego, en la atardecida, cerraré la puerta,
entraré despacio y me encontraré con ella
de frente, cara a cara, como siempre,
con la soledad por compañera.
Mª Soledad Martin Turiño