CARPE DIEM
Carpe diem, pues llegarán las sombras
con su capa de duda y mantos siempre negros;
frena el tiempo en la cesta
sin ranura ninguna, que no se escape
ni una gota de áurea esperanza,
no anheles lo imposible, lucha por cumplir retos
pequeños, predecibles pero que sean tus retos
porque cuando llegue el momento de satisfacerlos
un hondo orgullo llenará tu ego
y entonces serás algo más importante.
a veces basta una gota insignificante
para alegrar el día y elevarlo a la categoría de feliz.
Yo he tenido alguno, momentos pequeños
pero que han enmarcado sin solemnidades
la frágil existencia que llamamos vida.
Me conmovió el gesto de un niño pequeño
tras los cristales en una fría mañana otoñal;
todo era gris, hasta la esperanza
pero entonces nuestros ojos coincidieron
apenas unos segundos y el movimiento
de su mano en un tímido saludo
sonriendo apenas y yo sonriéndole
mientras le perdía en la vorágine
de la urbe que a todos fagocita
con denodado empeño.
Sin embargo aquel día, en aquella mañana
toda ella gris, hasta la esperanza,
un gesto pequeño en un segundo apenas
me reconcilió con la vida y seguí mi camino
con la pretensión acaso engañosa
de haber asistido a un milagro divino.
Mª Soledad Martín Turiño (Castronuevo de los Arcos)