Poesías de la Tierra del Pan
CAE LA TARDE
El alma se serena, los sentimientos fluyen
acompasados, lentos, sin prisa,
y embuten la mente con suaves presagios
o quimeras añejas que vivimos un día.
Afuera en la tarde asoma el crepúsculo,
las hojas de otoño van mullendo el asfalto,
las nubes se tornan de azules a pardas,
la gente camina, va y viene incesante
en una algarabía que pugna con la calma.
Atranco la ventana, me encierro en el silencio,
echo los postigos, abrigo mi cuerpo
y asiento la mente en este disfrute
de paz un momento.
Cae la tarde, vuela el sentimiento,
el llanto cesa, el alma en calma me reconcilia
con la niña aquella que pasó de largo
y la recupero apenas un instante
para ver sus ojos y darle las gracias.
Mª Soledad Martín Turiño