Poesías de la Tierra del Pan


AUSENCIA (II)


Su cuerpo reposa allá abajo,
aislado del frio o de la lluvia,
forma parte de un silencio estruendoso
que campa a sus anchas por el cementerio.
A veces me pregunto si un haz de luz
brillará en el interior del foso,
si acaso se escuchará la furia del trueno
o el silbido de la lluvia antes de la tormenta.

Luego pienso en la inmortal espera
de quienes nos abren el camino,
la eternidad gozosa hacia esa nada
que diluye vida y muerte en el mismo espectro
y concluyo lamentando la añorada ausencia.

Poco resta por hacer, son solo circunloquios
que vagan confusos en la mente, pensamientos,
ideas peregrinas para calmar el llanto,
ilusiones que sirven para sosegar el alma.,
después… la nada absoluta, la cuestión eterna.


Mª Soledad Martín Turiño