PASIÓN POR ZAMORA

Cantos tristes, solemnes, rimbombantes
de hombres graves, con gesto circunspecto
que en hilera procesionan por las calles
de la ciudad de Zamora que es mi cielo,
y mientras los tambores y trompetas
marcan el paso atronando las calles,
van los penitentes con un recogimiento
que eriza el vello de oriundos y extraños.

Imágenes que desfilan en silencio
sobre el puente bañado por el Duero,
hilera de mujeres enlutadas
con velones, mantillas y aderezos
que ruegan a las vírgenes y cristos
o lloran un murmullo de silencios.

Hombres pausados portando las andas
se inclinan levemente bamboleando
las imágenes ante la Soledad en claro gesto
de reverencia a la madre que mayor dolor sugiere,
y ésta, que se mantiene orgullosa,
se reviste de amor dispensando lágrimas
de consuelo y lenitivo bálsamo
a todos los que de soledad adolecen.

Oscuridad que se inflama con faroles
y mitigan la lobreguez de la noche,
el barandales señalando el paso,
penitencias, pies desnudos, cadenas y rezos
que trascienden dolores y aflicciones,
así es esta semana santa y pía
en Zamora como en otras regiones y lugares
que festejan, celebran, conmemoran
y reviven la pasión: la de Él,
las suyas y las de sus mayores.

Mª Soledad Martín Turiño