LEYENDAS DEL CASTRO DE SAN ESTÉBAN

I
En la infancia una leyenda,
Que en estribillo cantada,
En crédula se tornaba
En creciendo junto a ella;
Y hasta brillaban las peñas
En las noches estrelladas.
Tres, eran tres, dijo ella,
La vieja que lo contaba,
Eran tres , lastres, las tres doradas
Con una enseña bermeja,
Con hoja verde adosada
Cuyo verdor recordaba
La vega oculta del Esla.

II

Eran tres las pendonillas
Que un triángulo formaban
Entre la senda romana,
El puente y la fuentecilla.
Y hasta las gentes sencillas
Muy ufanadas las buscaban
Al no saber que guardaba
Su secreto bien la ermita.,
Y el que sólo un eremita
Una vez desentrañara,
Y años ha que lo contara,
Mas en forma jeroglífica.
Por buscar allí quedara
Mucha gente de la avara
Que sus restos testifican.



Luis Pelayo Fernández