LA VIDA PUEDE SER…

La vida puede ser
como un lamento afilado de ausencia
colmada de vidas sin alma,
como ecos de invierno que surgen en derredor,
puede ser llanto, gozo, pesadumbre o deleite
a gusto de como pueda o quiera vivirse.

Es, si quieres, un instante devastador
que abate la alegría para siempre,
puede ser un rayo tremendo que fulmina
la esperanza hasta dejarla en nada,
o una luz que se agranda y agudiza
hasta abrasar la pupila que la observa atenta…

Pero también la existencia es otra cosa:
el esplendor de la radiante juventud,
la belleza triste de quien no es feliz,
la mirada ausente de la añoranza,
el dulce recuerdo de la melancolía,
la rebeldía adolescente que no se doblega,
la candidez infantil reflejo de una pureza que extinguirán los años,
la soledad de la vejez en más compañía de recuerdos que de vida,
el despertar del amor en las almas puras,
la culminación de las ilusiones,
el dolor minorado por buenas compañías,
un soplo lento pero intensamente vivido,
el mejor regalo que se nos concediera
para abrirlo con la ilusión de un niño
y jugar desde entonces para siempre.

Así cada uno recoge lo que siembra
y gesta por siempre la felicidad o el llanto,
con libre elección de circunstancias
y el albedrio de saber tratarlas
combinando la vida con la muerte,
fusionando lo dulce con lo amargo.

La vida, en fin, puede ser lo que queramos.

Mª Soledad Martín Turiño